La necrosis puede entrar en el organismo de distintas maneras, y una de ellas es la picadura de ciertas arañas, y ese debe ser nuestro caso al ver la forma de actuar de Gundín y sus “elegidos”, tejiendo una red que pretende atraparnos a todos hacia una muerte segura, una red tejida con miedo y no con seda, una red en la que todos los atrapados tiemblan al antojo de la araña.

Los síntomas son cada vez más evidentes, y RTVE sufre un aluvión de críticas ante la parálisis de la objetividad y de la pluralidad. El síntoma más llamativo estos días ha sido el corte en la emisión en directo de las declaraciones de Luis Bárcenas a la salida de prisión. La emisión en directo es como el aliento de la araña en el cuello de los atrapados, el miedo se convierte en terror, y de ahí se derivan la torpeza, el ridículo público, el descrédito, todos ellos síntomas de la peligrosa necrosis que corroe nuestros servicios informativos.

El descrédito es la carne muerta que la necrosis del miedo y la manipulación deja a su paso, y su avance representa el triunfo de la araña, la potencia del veneno que inocula cuando se presentan sus temblorosos vasallos en las redacciones para apuntar en una vergonzosa libreta a los díscolos, a los que aún no tiemblan ante la araña, a los que aún no están atrapados en la tarea de corromper nuestra credibilidad, la carne que aún nos queda sana, plural y objetiva.

Pero la enfermedad no sólo se ha evidenciado este fin de semana en el escandaloso corte a unas declaraciones que toda la sociedad esperaba, y mientras la convención del Partido Popular ocupaba una hegemonía desmesurada en nuestros servicios informativos en medio de multitud de focos de información de enorme interés, mientras veíamos en TVE como Aznar se emocionaba en dicho foro ante el recuerdo de Gregorio Ordoñez con motivo del aniversario de su asesinato, nuestra empresa silenciaba las duras críticas de la viuda de Gregorio y de su hermana al PP, sustituyéndolas por un emotivo tuit de Mariano Rajoy.

La deriva de nuestros servicios informativos es intolerable, es la antesala de una agonía anunciada que los profesionales de RTVE, y la sociedad en su conjunto, no debemos tolerar de ningún modo. Pero la araña no actúa sola, porque es sabido y está acreditado que lo del PP es una trama y no el fruto de ladrones ni de incompetentes solitarios, y RTVE no es una excepción. Y así, mientras la araña corrompe los miembros de nuestros servicios informativos, otros intentan amputar por otro lado los miembros más sanos, y si no lo logran dejarlos al menos más vulnerables a la necrosis del miedo, como ha sucedido con la Onda Corta, y como ya han pretendido con la Onda Media, con Radio Cuatro y con Radio Clásica, tal y como denunciamos en nuestra anterior Unión titulada “Dirección al abismo”. En esa misma hoja también advertíamos de la decisión del Gobierno de dejarnos sin oxígeno al negarnos los 130 millones de déficit del ejercicio 2014, los mismos que prometieron con la llegada del enterrador y su leal tejedor Gundín.

El Partido Popular, con su amplia experiencia en tramas organizadas, ha creado una para RTVE en la que nos aguarda un futuro terrible, necrotizados por el descrédito, amputados de todo lo que huela a auténtico servicio público, y asfixiados sin el oxígeno necesario.

Los trabajadores tenemos que reaccionar y ser capaces de movilizarnos y de movilizar a la sociedad en defensa de su Radiotelevisión Pública, tarde o temprano tendremos que parar esta necrosis y limpiar toda la carne muerta que dejó a su paso, pero antes hay que matar a la araña… Gundín tiene que dimitir YA.