¿Por qué tanta prisa? Porque hace falta un magazín, al estilo que la televisión Zaplanista o de Camps hacían en la pública valenciana. Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina, hay que darle bombo y cancha a Pons, oxigeno urgente a un PP que por primera vez en años ve peligrar su mayoría en Valencia. Y para ello la dirección de TVE ha hincado la rodilla para que sus amigos saquen ventaja, pervirtiendo el servicio público y convirtiendo la señal para Valencia, con nuestra imagen corporativa en Tele PP.

Cuidado el resto de los territorios, porque este experimento puede ser la base sobre la que construir un modelo que para nada responde a las encomiendas de servicio público a las que estamos mandatados.

UGT DEFIENDE

• Que las Radio Televisiones Públicas Autonómicas y sus trabajadores hacen un servicio público esencial y necesario para los territorios que conforman España. Y que estas no deben desaparecer, que su trabajo y el de RTVE son ambos necesarios y complementarios.
• Que ante la desaparición de RTV públicas, si es necesario que RTVE cubra el servicio público esencial, debe de ser una oferta territorial igual a todo el territorio nacional, uniforme, con unos criterios claros y definidos, con un plan de viabilidad y futuro, y con una clara definición de las plantillas.
• En ningún caso una puerta más abierta a que las productoras nos quiten trabajo y futuro.

UGT pide al Consejo de Administración que de forma inmediata sea impedido este acto.

CON UN CENTRO A VUELTAS EN VALENCIA

Patrimonio juega a la improvisación, a las medio verdades. Primero el Centro este de las “sinergias” iba a estar en Paterna, luego en Colon. Cuando a los trabajadores nos llegaron rumores que igual en Colon no, dijeron que eso era mentira, que seguro, seguro para Colon. Finalmente el Centro estará en Paterna. No juzgamos donde debe de estar el Centro, pero una vez más parece que la improvisación, la falta de rigor y de previsión prevalecen sobre la seriedad y una planificación necesaria que de credibilidad y serenidad a los trabajadores de Paterna. ¡Qué menos!