La crónica trataba sobre el caso Taula y fue realizada por un vocal del Consejo de Informativos de RNE, y a Martínez Arias no se le ocurrió otra cosa que dirigir una carta al Consejo comparando la información del compañero con la de un teletipo, dejando así en evidencia su supina ignorancia sobre el tema con una retorcida argumentación cuyo único fin no era otro que demostrar que el compañero había sido un manipulador. A su entender las afirmaciones contenidas en dicha crónica no eran tan contundentes como las del teletipo, favoreciendo así a Rita Barbera… ¡manda huevos! que diría su exjefe Federico Trillo.

El acta del Consejo de Informativos del mes de abril, en su punto dos y anexos, no sólo relata los hechos y reproduce el vergonzoso escrito del Director de Informativos de RNE, sino que también desmonta su absurdo discurso con una argumentación que en esta ocasión sí resulta sólida, coherente y profesional. Puedes acceder aquí al punto dos del acta del CdI (“Una crónica comparada en Valencia”) y anexos, o al acta integra si lo prefieres.  

Martínez Arias, decidió examinar una crónica correctamente realizada para intentar sacar fallos inexistentes, menospreciar la labor profesional de un vocal del Consejo de Informativos de RNE y de paso dar un aviso a navegantes: Cuidado con lo que hacéis, que os estoy vigilando. Esa es su penosa estrategia para frenar la respuesta de un órgano democrático ante los múltiples casos de manipulación que él mismo genera. Porque casualmente, como el CdI señala, el escrito de Martínez Arias llegó justo tres días después de que este órgano publicase en su acta de febrero la transcripción íntegra de la entrevista a Alberto Fabra en el Informativo 24 horas.

En su carta al Consejo de Informativos, recogida en el anexo 2 del acta, dirige sus críticas a este órgano instándole a que reflexione sobre su nivel de exigencia, recordando que vigila muy de cerca la labor profesional de los vocales del Consejo: “Teniendo en cuenta el nivel de exigencia que os planteáis (…) he transcrito la crónica de Nacho Marimón sobre el caso Imelsa  emitida el martes pasado (crónica que escuché en directo), con el fin de contrastarla con la información que facilitaron otros medios.” Los excelentes profesionales de RNE no merecen ser dirigidos por un ignorante que actúa como un cacique de aldea, intentando amedrentar a los miembros del Consejo de Informativos de RNE mediante la vieja táctica del miedo.

Arias es un MANIPULADOR reincidente, con repetidos comportamientos como el vergonzoso silencio de RNE en los mensajes de López Madrid, un silencio que el Consejo de Informativos también pone en evidencia en el punto uno de su acta y que desde UGT en CRTVE denunciamos en nuestra hoja “El silencio de RNE”, publicada el pasado 11 de marzo. Son muchas las hojas de UGT en CRTVE que denuncian sus comportamientos: “¿homofobia en RNE?”, “Los charcos de Alberto Martínez Arias”, “RNE desde el infierno”, “El lastre de RNE”, o “Control Central” entre otras. En una de ellas, publicada el 13 de agosto de 2015 y titulada “El enemigo de RNE”, le acusábamos de ejercer de forma sistemática el acoso a los compañeros de UGT, demostrando un día sí y otro también su animadversión a quienes participamos en esta sección sindical. Arias es también un ACOSADOR reincidente, porque resulta fácil adivinar a qué sindicato está afilado el compañero Nacho… sí, a UGT, otra vez la casualidad. 

Arias es un experto en caza de brujas, en intentar meter miedo, en acosar a los compañeros que no comulgan con su mezquindad, su ignorancia, su torpeza y su manipulación. Lo hace con el Consejo de Informativos porque hacen su trabajo y denuncian su nefasta labor, y por el mismo motivo lo hace también con los compañeros y compañeras de UGT, no le gustan nuestras notas. A nosotros tampoco nos gusta ver en la Radio Pública a personajes de esta calaña, no nos gusta su inmoralidad ni su chulería, no nos gusta como exhibe su ignorancia por los despachos y pasillos de RNE, no nos gustan sus silencios ni su entrega al Partido Popular, no nos gusta su intolerable reacción a la crítica, y no nos gusta nada su indecente costumbre de ACOSAR.

Seguiremos sacando notas y denunciando su mal hacer, y puede estar seguro de que el Consejo de Informativos seguirá haciendo su legítimo trabajo, controlar sus desmanes y su “Pasión Popular”. Pero ¿cuántas veces vamos a tener que pedir su cese para que alguien le haga el inmenso favor a RNE de librarla de su tóxica presencia?

VÁYASE, SEÑOR ARIAS, VÁYASE... DE UNA PUÑETERA VEZ